Cimiento de la nueva reforma tributaria.

El último trimestre del año, está lleno de noticias en materia económica, y entre ellas debo señalar el premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, concedido al director de la Fundación Jean-Jacques Laffont, el francés Jean Tirole, por su trabajo; Poder del Mercado y Regulación, un análisis sobre como intervenir en los monopolios.

Paralelamente al anuncio del nuevo premio nobel de economía, a nivel nacional también continua el debate sobre diversos temas económicos; Empiezan los pronunciamientos sobre el aumento del salario mínimo, sigue el descontento por la fórmula del precio de la gasolina, y el paso de la nueva reforma tributaria, concebida para cubrir el hueco fiscal, ha encendido el ambiente, en relación a la estructura tributaria actual.

La reforma tributaria a pesar de ser inconveniente, por la concepción de inestabilidad generada por el corto tiempo entre modificaciones al estatuto tributario, se torna necesaria con base en el desbalance en las finanzas del Estado para el siguiente año, la pregunta que nace es; Porque no proponer un cambio estructural en el sistema tributario, medida que puede fortalecer el fisco estatal como herramienta para el desarrollo, pero entre tanto, en este espacio, toco un punto central del proyecto puesto a consideración de las comisiones económicas conjuntas del congreso; La ampliación por cuatro años más del gravamen a los movimientos financieros.

Descontar 4 pesos por cada mil utilizados en movimientos financieros, es un concepto que se ancló en el estatuto tributario Colombiano, creado en 1998, este impuesto encontró su argumento inicial en el cubrimiento de una emergencia económica, la crisis financiera de la época, y como tal recibió el título de gravamen temporal, su facilidad de recaudo y la aparición de posteriores calamidades en el país, han sido la causa para tornar esa contribución en un salvavidas para el gobierno de turno, iniciando con una tarifa de 2 pesos por cada mil transados, hoy es parte de la respuesta al déficit presupuestal de más de 12 billones de pesos.

Este regresivo salvaguarda tributario, da pie al alto uso de efectivo en la economía, y conlleva a consolidar los costos para el estado que ese proceder social representa, tildado de anti técnico por la presidenta de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria) María Mercedes Cuéllar, tiene un alto valor en las finanzas públicas del Estado, argumento de sobra para pensar en una reforma tributaria estructural en pro de la progresividad del sistema en Colombia.

Desde el 2006 se dispuso su tarifa en 4 por mil y tomando como punto de partida ese año, se encuentra que la variación porcentual en cada vigencia ronda un promedio del 13% , sumando dos años atípicos en la previsión de recaudo, como fue la variación del año 2008 al 2009, donde el monto contribuido bajo en un 2%, en razón del alivio financiero dado por el Ministerio de Hacienda a las Cooperativas Financieras de Ahorro y Crédito en general, y el crecimiento exponencial del año 2010 al 2011, donde se dio un aumento del 57% del recaudo, resultado del cambio de parecer en el desmonte gradual previsto para iniciar en ese año.

Lo que viene con la reforma propuesta es mantener el gravamen a los movimientos financieros, en su tarifa de 4 pesos por cada mil, por lo cual conociendo los resultados de recaudo de los últimos ocho años, presentados por la DIAN, incluyendo la cifra preliminar del 2013, se puede proyectar el monto total del tributo por vigencia para los siguientes 4 años, terminando el ejercicio en el 2018, a través del método de mínimos cuadrados.

El resultado de la proyección establece que para el cuatrienio terminado en el año 2018, el recaudo del 4 por mil en esa vigencia superaría los ocho billones de pesos , un crecimiento real superior a los 435 mil millones de pesos por año, con una tasa de crecimiento promedio para el período estudiado del 12%.

Las afirmaciones anteriores concuerdan con la exposición de motivos que respalda el proyecto de Ley propuesto al Congreso, donde el Ministerio de Hacienda presenta como recaudo adicional un monto promedio para los cuatro años de 3,8 billones de pesos, en consecuencia de la derogación del desmonte gradual de la contribución, donde la participación del gravamen a los movimientos financieros en la propuesta para cubrir el hueco fiscal de acuerdo al Gobierno Nacional, se ubica en un 27% de los más de doce billones faltantes.

El cuatro por mil es un impuesto que representa un costo para los ahorradores, generando una rentabilidad negativa en la colocación de recursos en el sistema financiero, lo cual termina en una contracción de la productividad que se pueda alcanzar, en un sistema bancario que retome su papel de engrane en la actividad económica, sumado a la variable evasión que sigue constante en Colombia, es necesario fomentar el intercambio monetario por canales bancarios, que incluyan el concepto de eficiencia social.

Es evidente la necesidad de recursos del Estado, pero en este momento cabe ser reiterativos; Si caemos en la trampa del fácil recaudo, dejamos atrás la posibilidad de un sistema que promueva el desarrollo, a través de sus impuestos.

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